La estructura interior de la cuarcita del Taj Mahal se asemeja a una pintura de tinta natural: los patrones blancos que parecen nubes son imponentes, las sinuosas líneas de flujo gris negruzco semejan montañas ondulantes, y ocasionalmente se aprecian cristales minerales verdes o amarillos dispersos por todas partes, como las ondas de un lago. Cada pieza de piedra posee un temperamento creativo propio gracias a su textura natural de producto único.
El diseño de interiores de alta gama se inclina por la cuarcita Taj Mahal debido a su textura, que combina la belleza del diseño realista con la de la mano alzada. Funciona bien en escenarios como paredes de fondo, mostradores, pavimentos y biombos creativos, especialmente en entornos con una estética minimalista moderna, natural o de nueva China. Su tono claro puede iluminar la habitación, y su textura fluida rompe la monotonía y da la impresión de que la vista cambia a cada paso.
La cuarcita del Taj Mahal no solo es testimonio de las maravillas geológicas, sino también una representación artística de la unión entre la naturaleza y la humanidad. Transforma la belleza de lagos y montañas en poesía inmortal al usar la piedra como papel y el tiempo como pluma, infundiendo una energía creativa que trasciende el tiempo y el espacio en entornos modernos. En la era industrial, esta "piedra que respira" sirve como recordatorio de que la auténtica riqueza proviene de la maravilla y la herencia de la belleza natural.